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Arte, porcelana y té

Vajilla única llamada a recrear tu particular ceremonia del té. Historias, rituales y experiencias en torno al delicado encanto del té.

jueves, 13 de agosto de 2015

LAS TETERAS, RECINTOS DEL TÉ

El té no podría ser consumido sin un recipiente que lo contenga. El elemento que cumple esta función con elegancia y excelencia es la tetera.
Nacido en China, conocido luego en Japón y posteriormente en Europa, el té se ha ido propagando y haciendo las delicias de quienes lo probaban.
Desde esos remotos tiempos, el deseo de los hombres fue rodearse de cosas bellas, por lo que en todas las épocas se puso énfasis en la creación estética y armoniosa de los accesorios que acompañan al té. Entre ellos, digamos que el principal, la tetera.
Es el continente ideal para el té, el cual despliega sus aromas y sabores en la calidez y redondez de su vientre, como si fuera un útero.


Una larga historia han tenido estas contenedoras y servidoras del té. Las hubo y las hay de arcilla, de barro o terracota, de porcelana, vidrio, plata o metal, de hierro fundido.
Todas y cada una de ellas tiene forma, diseño y personalidad propias. Son bellas, verdaderas obras de arte, dueñas de las hebras de té que en su interior crecen, se despliegan y ven la luz.

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